Es un extraordinario e intenso monólogo teatral interpretado por Blanca Portillo.
Nos permite descubrir aquella mujer que existió detrás de la figura de María (Madre de Dios), cuenta como vivió y sufrió ella todo lo que le iba ocurriendo a su hijo, que por una parte para una madre es difícil de asimilar.
"Una maravillosa y desgarradora experiencia teatral que tan solo necesita de la presencia de Portillo para llenar el escenario."
Debo admitir que al principio de la obra creía que iba a necesitar de la aparición de más personajes en escena porque pensaba que Blanca sola no iba a ser capaz de emocionarme, pero por suerte me equivoqué y logró llegarme a lo mas profundo del alma.
Sin duda Portillo hace muy bien lo que se propone. Es una actriz espléndida, sabe sacar todo el jugo al personaje, transmite al espectador todo el drama del momento y logra desde el primer minuto mantener la atención del público.
Al final de la obra fue impactante ver como el teatro se ponía en pié y se rompía en aplausos. A su vez unos aplausos muy merecidos porque no hay muchos actores/actrices que sean capaces de hacer lo que ella hizo.
Mi más sincera enhorabuena y todo mi respeto para Portillo.
Gracias por emocionarme como muy pocos lo han sabido hacer.
Nota Total: 8
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