Carmen Méndez, Marta Doviro y Ledicia Sola traen de vuelta a Pepa a Loba, María Casares, Rosalía de Castro... entre otras. Es un encuentro con ellas, con esas mujeres tan auténticas que bien se merecen tener una calle o una ciudad entera con su nombre.
A través de un espectáculo de comedia, en el que cantan, bailan e incluso recitan nos hacen pensar, nos ponen en la mesa un montón de preguntas que nos obligan a plantearnos incluso la manera en la que vivimos la vida.
Os he mencionado en diversas ocasiones que no soy ni seré amante de la comedia, que me cuesta muchísimo ir al teatro a ver un espectáculo de cómico, pero ayer me apetecía y los disfruté un montón.
Fue una experiencia enriquecedora y tremendamente positiva. Es que CARMEN, MARTA Y LEDICIA se comieron el escenario a bocados, son unas pedazo de actrices maravillosas que logran meterse al público en el bolsillo desde el primer instante, lo atrapan y le hacen viajar con ellas; incluso por momentos era como estar viendo una película con un montón de personajes. Luego te dabas cuenta que en el escenario había 3 actrices que aman lo que hacen y lo disfrutan como nadie. Eso es realmente mágico, lo que le da sentido a todo en lo que creemos.
Ayer entendí que las mujeres del pasado nos dejaron un camino andado, lucharon por nosotras para que todo sea un poco mejor. Esta obra sabe leernos el alma, quizás cuando más lo necesitamos. Es una caricia, un grito hambriento y deseoso de llegar a todos los rincones, es trinchera en mitad de una guerra, nos roza la conciencia, es la respuesta a un latido; el nuestro propio.
Estoy segura de que, como a mí me pasó ayer a la noche, alguien os verá en un teatro y sentirá todo esto. Porque hacéis que así sea. Así que gracias, gracias por acercaros a nosotros, a nuestros sueños, por ser un choque de mente y latido. De ahora en adelante y gracias a vosotras, siempre seremos un poco R(H)UMOROSAS.