Páginas

domingo, 14 de noviembre de 2021

LAS HORAS VACÍAS

LAS HORAS VACÍAS de RICARDO LLORCA.

Con SONIA MUNK Y MABEL DEL POZO

Dirección de escena: José Luis Arellano

Dirección musical: Alexis Soriano. 

Una sola mujer con una adicción que solo vive por y para esas fantasías que se van creando poco a poco en escena. Una sola mujer a la que han dado vida dos humanas poderosas y auténticas, Mabel del Pozo (actriz) y Sonia de Munck (cantante). Una propuesta escénica muy arriesgada de Arellano, aunque cuanto menos acertada. 

Sonia y su voz nos trasportan a un mundo paralelo. Mabel como siempre consigue atraparnos y no soltarnos durante toda la función. Juntas forman un tándem auténtico y desde el principio se puede ver esa conexión tan tierna y bonita que hay entre las dos.

Personalmente debo admitir que mis expectativas con esta obra eran  muy altas. quizás demasiado altas. Había escuchado algunas cosas acerca de ella, pero la verdad que no leí nada porque necesitaba y quería sorprenderme. Llegué al teatro emocionada a la par que nerviosa. Nada más entrar me impresionó la sencilla pero acertada escenografía, realmente después comprendí que no hacía falta nada más. 

Desde el primer instante en el que sonaron las primeras notas musicales y Sonia abrió la boca se me encogió el corazón. Luego llegó Mabel derrochando magia y amor, entonces ahí supe que no estaba equivocada y que mis expectativas no me fallaban, sabía que estaba ante una obra de arte. 

Aunque por momentos el no saber qué había detrás de ellas, de ese deseo imperioso por que llegase el viernes me creaba mucha incertidumbre; eso me dio pie a imaginar miles de opciones; un amor, una pasión, el amor propio mismamente... luego me di cuenta de que no, que lo que ocultaban era algo mucho más real y actual de lo que podamos imaginar. 

Creo firmemente que LAS HORAS VACÍAS tiene todas las papeletas para ser uno de los mejores espectáculos de este 2021. Por todo lo que nos aporta, regala y porque hace que salgamos del teatro con una importante reflexión. 

Todo ello desde el disfrute absoluto de dos mujeres artistas, valientes y con mucho que dar. Un coro para enriquecer las delicias de cualquiera y una orquesta que no podía ser más espectacular y profesional. 

Sin duda alguna todo el equipo se ha lucido y es un espectáculo que merece la pena disfrutar. Quizás no solo una vez, sino hasta dos. Ya que desde mi humilde opinión las cosas buenas hay que verlas varias veces porque así puedes llegar a captar muchos más matices que quizás la primera vez no llegaste a percibir. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario