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viernes, 21 de junio de 2024

EL FIN

 ¿Qué hacer cuando quedan 10 horas y 36 minutos para el fin del mundo?

El fin es una comedia apocalíptica protagonizada por una mujer. ¡Por una mujer de mediana edad! ¡¡Por una mujer de mediana edad que es profesora de secundaria!! Lina Martínez. Sí, ella es la protagonista absoluta; ningún héroe musculado, ningún científico chalado, ningún hombre cargado de buenas intenciones que quiera salvar el mundo... No, una mujer de mediana edad profesora de secundaria que nada más empezar la función se entera por otra mujer, la presidenta del Gobierno, sí, sí Presidenta, que tiene 10 horas y poco más para despedirse de este mundo y realizar sus últimos deseos… Deseos que han estado siempre ahí y que toda una vida no ha sido suficiente para realizarlos… Un momento… ¿Cuarenta y tantos años no le han dado para pensar en sus deseos? ¿Para anteponerlos a todo lo demás? Perdón, ya sé, pero… una pregunta... ¿Qué sentido tiene dedicar nuestra vida a otras tareas antes que a nuestros sueños, nuestras necesidades o nuestros deseos?

Como ya sabéis, no soy demasiado amante de las comedias, así que para empezar, esta obra lo tenía muy difícil conmigo. Pero para nada me la podía perder y mucho menos si la protagonista era TONI ACOSTA. 

El otro día María Isasi me planteaba: ¿Qué esperas al sentarte en una butaca de un teatro? Pues realmente espero lo que me ocurrió al ir a ver EL FIN. Espero que me pasen cosas, sentir, salir de la sala haciéndome preguntas, que algo en mí cambie, que de algún modo mi manera de ver el mundo dé un vuelco. Supongo que de eso trata el teatro...

EL FIN cuenta con un elenco que hará todas las delicias de los espectadores: La gran TONI ACOSTA que como siempre, ella nunca decepciona, es un animal escénico, con una presencia y fuerza abrumadoras. Acompañada por MARTA MALONE. PEPE SEVILLA, RUBÉN DE EGUÍA, ASTRID JONES, ESPERANZA ELIPE, JUAN CARLOS SÁNCHEZ, ÁLEX MOLA y la colaboración especial de la maravillosa SILVIA ABRIL. Todos ellos forman un tándem auténtico y tienen asegurado el éxito. Por que sí, es tan importante el equipo, como el trabajo que hay detrás. Ellos transmiten al público todo lo necesario para convertir a EL FIN en una verdadera obra maestra. 


Al apagarse los focos, algo tira de nosotros entre tanto enredo dirigiéndose hacia un lugar.  Y es que este espectáculo parece que cuenta nuestra vida. Nos hace sentir inquietos, vibrantes, vivos... Nos recuerda que debemos cosechar la alegría para cuando lluevan penas. Solo así acabamos por entender que era cierto todo aquello que cantábamos. 

Sin duda, que vivan los artistas que luchan en este mundo a veces injusto, a veces arduo, para darnos al resto regalos como este. No sé qué sería sin todas esas lecciones que nos inyecta el teatro y es que personalmente pocas cosas me transmiten tantas sensaciones, pocas cosas me hacen sentir sí de viva. 

Firmemente creo que uno tiene que volver a los sitios donde fue feliz, y yo en aquella butaca, fui feliz, mucho. 

Vayan a ver EL FIN, no lo duden, porque es importante que de vez en cuando alguien nos recuerde, que aunque a veces parezca que el mundo se va a acabar. Hay que seguir, porque merecerá la pena. 


EL FIN. HASTA EL 14 DE JULIO en el TEATRO ESPAÑOL. Entradas: https://www.teatroespanol.es/el-fin






lunes, 10 de junio de 2024

LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO

 "Qué importantes son las emociones que nos secuestran y nos hacen perder los papeles"

Wilde obra una gran cantidad de territorios por donde se pasean sus personajes: el amor, el deseo, los orígenes, el compromiso, la hipocresía, la identidad y, sobre todo, la libertad, la suya tan estimada libertad, para poder ser quien era, y que lo llevó a la prisión al poco de escribir La importancia de llamarse Ernesto. Este sentimiento de libertad esta presente en toda la función. Y quizás la concreción más clara de esta libertad la vemos en dos de los personajes femeninos, Gwendolen y Cecily, que viven con tanta o más intensidad su vida soñada que no su vida real. ¿Dónde están los límites de cada uno de nosotros? ¿Por qué nos autocensuramos? ¿Cómo podemos llegar a ser, con plenitud, nosotros mismos?


Los cimientos de la obra, los primeros instantes, para mí siempre son decisivos y desde luego que en esta pieza no iba a ser menos. 

Desde el inicio nos recuerda la importancia de ser auténticos, aún en los tiempos que corren. 

En este ácido espectáculo impregnado de música indie, Wilde está presente en cada momento de la obra y es partícipe de esta historia loca, disparatada y divertida. Nos lanza un mensaje atemporal: "Permítete ser libre y lucha por lo que quieres ser en la vida". Quizás eso sea lo que necesitamos para continuar en este camino arduo y difícil a partes iguales, porque al final lo que prevalece es que debemos luchar por nuestra vida,    por lo que queremos llegar a hacer y ser en ella. 

La libertad del teatro nos regala momentos que aportan un toque moderno e innovador a la obra, que retrata las estrictas y conservadoras normas de la sociedad inglesa del siglo XIX con un toque de humor. 

Las emociones en el teatro son tan importantes, ya que nos secuestran y nos hacen perder los papeles, y eso es lo que ocurrió durante las casi dos horas de función. Dos horas en las que nos adentramos en un mundo de sándwiches de pepino y pastas de té, para tras bajarse el telón volver a la realidad en la que parece que nada a cambiado.